Sobre la aceleración de tendencias y su impacto disruptivo
“Parecía que la pandemia iba a cambiarlo todo, pero no es así: se van a acelerar tendencias que eran inevitables. Los edificios y los espacios al aire libre serán más saludables, las ciudades serán más verdes…». Así hablaba, hace unos meses, Norman Foster sobre el impacto del Covid en su campo de trabajo, la arquitectura.
Parece una idea generalizada que la pandemia, más allá que haberle dado la vuelta a todo, lo que ha hecho es obligar a tomar decisiones hiperveloces sobre las tendencias existentes, que podían funcionar en un nuevo contexto, y descartar aquellas con celeridad sin darles una segunda oportunidad.
Sin duda, la digitalización ha sido la tendencia ganadora y los procesos en muchas organizaciones que, en otro contexto, hubieran tardado meses en completarse, se han planificado y ejecutado en poco tiempo. Y la urgencia sirvió para “no mirar atrás ni para coger impulso”.
Sin embargo, la digitalización de las herramientas, por así decirlo, en muchos casos aún no se ha concretado es una coherencia en el mindset de muchas personas, que aun hablando de ciertos conceptos no los han integrado en profundidad en su día a día. Y aquí reside el gran impacto disruptivo.
Muchas personas se han visto enfrentadas a la nueva realidad conformada por el Covid19, han sufrido sus sacudidas, pero en su mente queda aún la esperanza de que “todo volverá a ser como antes”. Y parece que, aunque la pandemia les ha obligado a repensar muchas cuestiones, no ha conseguido una transformación de sus categorías mentales.
En mi opinión, la gran disrupción que aún urge es la transformación del mindset de muchas personas en general, pero también de muchos líderes empresariales en particular. Porque ellos son responsables de todo el talento de sus organizaciones y de dar ejemplo en la sociedad. No es suficiente afirmar que los modos de consumo han cambiado o que la gestión organizacional ha necesitado evolucionar. Es hora de asumir que el mindset no puede ser el mismo, porque el día a día nunca volverá a ser como el previo a marzo de 2020.