Empresas de finanzas Vs. Grandes tecnológicas
Hace un tiempo publicaba The Economist un informe especial que señalaba que “el dominio físico de los bancos simboliza su importancia. La mayoría de las personas interactúan con sus bancos para transacciones tan mundanas como comprar comestibles. Las empresas pagan a sus trabajadores, proveedores y propietarios a través de los bancos. Los bancos también están ahí para decisiones más importantes, como comprar una casa u obtener un préstamo estudiantil.”
Sin embargo, no puede entenderse que la dificultad de entender un mundo sin bancos solamente se debe a su poderosa presencia física en ciudades como Nueva York, Londres o Ciudad de México. Porque sin duda, en un mundo que migra hacia la virtualidad, poseer un edificio memorable no asegura el éxito en ningún sector, ni siquiera el financiero.
En esta evolución digital a la que asistimos, los gigantes tecnológicos, sintetizados en un acrónimo como MAMAA (Meta, Apple, Microsoft, Amazon y la empresa matriz de Google, Alphabet) están utilizando el inmenso poder competitivo que poseen para incorporarse al negocio de las instituciones bancarias. Los primeros pasos ya se han dado desde el impulso de plataformas de pago, como Ali Pay o Pay Pal.
A esto se ha de sumar que estas Big Tech poseen una gran base de usuarios de productos no financieros a nivel mundial y tratan de llegar al mercado financiero para poner en acción dos estrategias que les han venido dando excelentes resultados: las economías de escala y el poder de alcance. Estas dos cuestiones sitúan a las MAMAA en una muy buena posición para capturar una participación de mercado significativa de servicios financieros una vez que comiencen a ofrecerlos.
Ese paso ya lo dio Alibaba, desde su filial Ant Group, FinTech y unicornio empresarial al mismo tiempo, que lanzó productos tales como préstamos y que posteriormente ejerció de conexión entre prestatarios y entidades bancarias… hasta que las autoridades chinas frenaron su negocio.
¿Y por qué expongo hoy el caso de empresas de finanzas Vs. grandes tecnológicas?
Porque, sin duda, si las empresas de tecnología están optando por entrar en un mercado tan tradicional, tan fuerte y tan regulado como el de los bancos que, además supone un nexo de unión entre el Estado y la Economía ¿quién asegura que no quieran expandirse a otros negocios menos consolidados?
La tecnología y las empresas tecnológicas han revolucionado múltiples industrias y sin duda lo seguirán haciendo, por eso, desde las organizaciones es clave la vigilancia de las tendencias que vienen desde esos sectores, porque determinarán, en gran medida, el futuro de empresas y, por tanto, sociedades.