Nuevos enfoques para las relaciones con los stakeholders

Tradicionalmente el proceso para diseñar un plan estratégico se basaba en que, desde la organización, se investigaba la forma de alinear las capacidades corporativas con las circunstancias del entorno. De tal manera que se fuera capaz de aprovechar las oportunidades y minimizar las amenazas. Esta dinámica, sin duda, ha funcionado bastante bien durante mucho tiempo, en entornos estables.

Sin embargo, el contexto actual está marcado por una incertidumbre perenne, por lo que ya no puede ser la única brújula para orientar las decisiones estratégicas. De esta manera, resulta interesante apostar por nuevos enfoques, en concreto por aquellos que se focalicen más en los stakeholders y que permitan crear una estrategia mejor orientada para el éxito.

Para esto, es importante segmentar a los grupos de interés desde múltiples perspectivas, algunas podrán ser genéricas, otras habrán de ser creadas ad hoc por la organización.

Sin agotar los potenciales criterios de clasificación de los grupos de interés, a continuación expongo algunos de ellos:

  • Por responsabilidad: stakeholders con los que se tiene o tendrá responsabilidades legales, financieras y operativas según reglamentaciones, contratos, políticas o prácticas vigentes.
  • Por influencia: stakeholders que tienen o tendrán posibilidad de influenciar la capacidad de la organización para alcanzar sus metas o no.
  • Por cercanía: stakeholders con los cuales interactúa la organización o aquellos de los que la organización depende en sus operaciones cotidianas y los que viven cerca de las plantas de producción.
  • Por dependencia: se trata de los stakeholders que dependen de la organización o viceversa.

Tras identificar a los grupos de interés, es el momento de establecer qué esperan de la organización, para con esos insights orientar la estrategia organizacional en una dirección acertada.

Y es que, como comentábamos al inicio, en un mundo sumergido en una inestabilidad provocada por crisis multifacéticas; de salud,  económica, social, medioambiental…; para fabricar decisiones se precisan más datos, mejores informaciones y un conocimiento profundo de los stakeholders corporativos. Porque la clave del éxito estará en saber liderar las relaciones de interdependencia empresariales.

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