¿Qué océanos azules nos ayudará a descubrir el Covid 19?

Hace 16 años, Harvard Business Review publicó uno de los artículos más relevantes de los últimos tiempos en cuanto a innovación y management, Blue Ocean Strategy de W. Chan Kim y Renee A. Mauborgne. En él se exponía cómo y por qué se desarrollan industrias, mercados, sectores, productos… que aún no existen (y por tanto no tienen competencia alguna), los denominados océanos azules,  que los autores ilustraban con casos de éxito como Cirque du Soleil o Apple.

Esta teoría puede entenderse como la forma en que se crea una empresa disruptiva y me parece de un interés esencial en el momento de transformación social, corporativa, económica… en el que nos encontramos. Vengo hablando en diferentes foros sobre el Covid 19 como el gran agente de cambio, en tanto que está empujando la transformación digital de muchas compañías. Pero su implicación en la trayectoria empresarial de los próximos años es aún más relevante, puesto que va a obligar a que se busquen nuevos océanos azules, corporativamente hablando.

Hasta ahora, desde un punto de vista empresarial en esta pandemia, hemos asistido a la gestión de una emergencia. Pensemos en un desastre natural, los últimos meses hemos vivido la primera fase, la que implica los trabajos sobre el terreno de médicos, militares, ONGs… Ha sido una etapa, por así decirlo, de adaptación al entorno y de intentar salir lo mejor parados posible de las circunstancias. Pero, en los próximos meses, se habrá de pensar en la recuperación de cierta normalidad que, en mi opinión, será una a-normalidad perenne. En ese período, la adaptación habrá de dejar paso a la innovación (social, empresarial, individual…). Las organizaciones que sepan hacerlo muy bien serán capaces de descubrir los océanos azules que hemos descrito y obtendrán ventajas de incalculable valor: 1) no tendrán competencia porque su nicho de mercado será virgen, 2) conseguirán una demanda cautiva, 3) romperán la regla de coste/valor y 4) crearán una marca en el top of mind de los consumidores.

Sin embargo, para que todo esto suceda, aquí y ahora, desde esas mismas organizaciones, hay que hacer los deberes:

  • identificando lo que no saben del entorno, pero que es imprescindible conocer.
  • formando a sus directivos en nuevas metodologías y procesos.
  • apostando por herramientas tecnológicas que faciliten las rutinas.
  • potenciando la gobernabilidad para la fabricación de decisiones.
  • cuidando el talento interno para identificar en él a potenciales intraemprendedores.

En definitiva, prepararse, desde una perspectiva organizacional, para descubrir esos océanos de un azul tan intenso con los que sea posible provocar una catarsis en el mercado.

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