¿Qué es lo más importante ahora?
A lo largo del tiempo, se han dado múltiples etapas productivas, por así decirlo, a las que sus contemporáneos se refirieron como “nueva economía”. En la Inglaterra del s. XVIII se produjo una rápida expansión de las obras públicas. Carreteras, puentes, puertos y canales eran construidos para contribuir al crecimiento comercial que el país experimentaba. El boom fue tal que los inversores llegaron a financiar canales que, incluso, no eran necesarios.
Casi medio siglo después, el ferrocarril fue el protagonista de la siguiente nueva economía. En esta ocasión el impacto transformador no solamente apoyó el intercambio de bienes y servicios, sino que también contribuyó a un nuevo sector, el de los viajes. Pasó el tiempo y, de nuevo, casi 50 años después, apareció un nuevo factor en el que se apoyaba la última nueva economía de aquel entonces, a saber, la del acero.
Hoy estamos en pleno auge de una nueva economía. Empezó hace algunos años, pero se ha consolidado gracias al Covid 19. Hablo de la revolución digital, en la que el dato se erige como un nuevo petróleo (que fue protagonista de una nueva economía anterior). Esta digitalización ha llegado de la mano de los chips y de una innovación exponencial en materia tecnológica. Ambos han abierto la puerta al desarrollo de innumerables posibilidades tanto para las personas como para las organizaciones.
Ahora bien, en un momento en el que todo se está transformando, cabe que el individuo se pregunte: ¿Qué es lo más importante ahora? ¿Qué implica esta nueva economía? ¿Qué skills está demandando? ¿Qué contribuirá a mi progreso? ¿Y mi éxito?
El talento, en primer lugar, precisa de una apertura de mente respecto a esta nueva etapa. Es necesaria una adaptación al mindset digital, pero siempre con un espíritu crítico que permita discernir lo urgente y lo importante.
En segundo lugar, resulta importante tener identificadas las brechas de conocimiento respecto a esa nueva realidad que está imperando en la economía: ¿Qué sabemos?, ¿Qué no sabemos?, ¿Qué necesitamos saber?
Y, por último, en tercer lugar, es importante diseñar el path formativo y de capacitación que permita obtener los instrumentos y las herramientas imprescindibles para aprovechar la nueva economía digital, para poder crear nuevos productos y servicios o para ser capaz de dar respuesta a las demandas de los clientes en este entorno.
En definitiva, ante el interrogante ¿Qué es lo más importante ahora? Sin duda, la respuesta pasa por aprovechar el momento adquiriendo nuevas capacidades que nos ayuden a coger el ritmo de la nueva economía.