#5 Pitfalls and blindspot: Theranos

 

El caso Theranos es uno de los más recientes escándalos del mundo empresarial y su impacto ha sido tal que ha merecido una serie televisiva, en una conocida plataforma de contenido, a los pocos años de suceder.

En un breve repaso se puede sintetizar que Theranos se fundó en 2003 por una joven de 19 años, Elizabeth Holmes. La propuesta de valor se basaba en la realización de análisis de sangre utilizando unas pocas gotas, lo que suponía un ahorro considerable en recursos.

En relación a esto, Elizabeth Holmes defendía la idea de que su compañía se iba a convertir en el Apple del cuidado de la salud, siendo “no solamente disruptiva, sino totalmente revolucionaria”.

La empresa tuvo un crecimiento muy rápido debido a las inversiones por parte de fondos de inversión, de capital de riesgo y privados. Un apunte, al ser una compañía privada se podía ahorrar ciertas explicaciones y demostraciones de sus avances. Y esta falta de control, por así decirlo, fue el comienzo de la crisis posterior.

Y es que en 2015, The Wall Street Journal informó que Theranos estaba usando su técnica patentada (la de las pequeñas gotas) en solo una pequeña cantidad de las  pruebas que llevaba a cabo. Además afirmaba  que la gran mayoría de sus pruebas se realizaban con viales tradicionales de sangre extraídos del brazo. Con esta investigación inició un caso que culminó con el cese de operaciones de la empresa y la condena a su fundadora por fraude.

Pero antes de ese final, la empresa ya mostraba algunas señales de alarma:

  • Desde la alta dirección se argumentaba la posesión una tecnología secreta para no mostrar los avances, incluso a los socios en el negocio.
  • En la empresa se desarrolló una cultura corporativa basada en represalias a los colaboradores cuando la abandonaban.
  • Hubo una ausencia de órganos de compliance corporativo hasta 2016.

Sin duda, Elizabeth Holmes y Sunny Balwani, su jefe de operaciones, son los responsables últimos del auge y de la caída de Theranos. Sin embargo, cabe el interrogante de  si algunos de los stakeholders de la organización tuvieron parte de responsabilidad en el escándalo:

o ¿Los miembros del Board of Directors?

o ¿Los inversores de Theranos?

o ¿Los colaboradores?

o ¿Los ejecutivos de Walgreens (partner de Theranos)?

o ¿El Gobierno de Estados Unidos (FDA)?

Más allá de estas preguntas,  la caída de Theranos se debe a una brecha en el gobierno corporativo de la propia organización y a una ausencia total de mecanismos de rendición de cuentas interna, pero también de las autoridades federales, sobre manera en un sector de tanto impacto como es el de la salud.

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