Provocando y retando el fenómeno “the winner takes it all”

Cuando los economistas comenzaron a desarrollar la teoría del network effect en la década de 1970 y después en su consolidación en los años 90 del siglo pasado, no se era consciente de que, con el tiempo, este concepto sería clave en la Economía Digital. ¿En qué consiste un network effect? Es una idea básica, simple y también poderosa.  En ciertos momentos, un servicio es más valioso cuantos más usuarios tenga. Un ejemplo paradigmático es Internet, que fue ganando relevancia y, por tanto, valor, a medida que más personas se sumaban a su utilización.

El network effect puede producirse de una manera lenta y sostenida, pero también puede suceder que se produzca un crecimiento explosivo que provoque el fenómeno sobre el que hoy quiero reflexionar: “the winner takes it all”.

Como bien señala esta expresión, aparece una empresa ganadora que de una forma abrumadora se hace dueña de ese mercado para siempre. Algunos se pueden preguntar si eso puede suceder, si las leyes antimonopolio lo permiten, si es ético, si es legal… y la respuesta es sencilla: esto ya está sucediendo.

The winner takes it all está estrechamente vinculado a la sociología empresarial, porque entraña que el ganador, a través de entender que vivimos en el siglo de la economía del comportamiento y de diseñar una metodología orientada al éxito, logra dar respuesta a las necesidades de muchas personas, que aumentan su satisfacción a medida que más personas se suman al uso o consumo de esos servicios. Algunos ganadores que han conseguido quedarse con todo su mercado son Google, Amazon, Microsoft… Y si aún hay dudas de este hecho, pensad en otros players de renombre de sus mercados.

Y es que desde la década de los años 80 del s. XX, Microsoft domina los mercados de procesadores y software para PC. Con la aparición de la World Wide Web, los ganadores fueron Google en las búsquedas y Amazon en el comercio electrónico, por ejemplo. Y así podríamos jugar a identificar otros tantos vencedores de mercado.

Todas estas organizaciones tecnológicas poseen un claro enfoque social, que logran una abrumadora transformación en el mercado, como puede ser en el caso de Google la democratización del acceso a la información para millones de personas en todo el mundo o la revolución de la industria minorista si hablamos de Amazon.

A todo esto hay que añadir lo que acertadamente señala Seth Godin, “con tiempo u oportunidad limitados para experimentar, las personas reducimos intencionalmente nuestras opciones a los que están en la cima del mercado”. Así, como la pescadilla que se muerde la cola, el ganador cada vez gana más.

He apuntado, en más de una ocasión, que la economía del s.XXI pertenece a los sociólogos empresariales: aquellos que tengan la capacidad de anticipar e interpretar comportamientos y tendencias. Por esto defiendo que es imprescindible que cada vez haya más organizaciones que apuesten por una metodología orientada al éxito y traten de provocar y de retar el fenómeno “the winner takes it all”.

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