Liderazgo y olimpiadas. Algunas lecciones para recordar.

Esta semana comienzan los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, a pesar de celebrarse en julio de 2021. Y es que hubieron de tener lugar hace un año, pero el entorno de entonces no lo permitió y, con doce meses de retraso, van a producirse, aunque las dudas sobre su viabilidad se mantienen y las medidas espartanas en cuanto a la seguridad que se han establecido deslucirán unas celebraciones que, en otro tiempo, lograban que el mundo entero se concentrara en la práctica deportiva.

Sin embargo, no podemos permitir que este escenario de incertidumbre ensombrezca la esencia misma de lo que son unas olimpiadas, a saber, competición al más alto nivel aderezada con un alto sentido de lo que es el trabajo en equipo, la dedicación sincera y la resistencia, en algunos momentos, extrema.

En mi opinión, en estos pilares; competición, equipo, dedicación y resistencia; hemos de centrar nuestra atención en las semanas venideras respecto al deporte, por supuesto. Pero, también recomiendo poner el foco en ellas tanto para el día a día de las organizaciones, como de la vida en general, pues si integramos esos cuatro pilares estaremos alimentando nuestra capacidad de liderazgo.

  • Competición. Para muchos tal vez esta sea la esencia misma del deporte y de la vida. Y es que en la cancha siempre alguien tiene que ganar y alguien ha de perder. En el entorno empresarial, también es importante tener asumida esta variable, pues dota de perspectiva al escenario en el que nos movemos y permite fabricar decisiones con un Norte definido.
  • Un buen líder acostumbra a rodearse de un excelente equipo, al que ha de alinear estratégicamente en cuanto a las capacidades de cada uno de los miembros. Así, el todo será más que la suma de sus partes. Hemos visto a grandes líderes deportivos que logran conjugar las competencias individuales de sus compañeros con tal acierto que escenifican un equilibrio total que les hace caminar hacia el éxito.
  • Dedicación. Si algo hemos aprendido a lo largo de la historia de las olimpiadas es que los grandes deportistas que han brillado en ella, lo han hecho, en un alto porcentaje, por su enorme determinación y por su intensa entrega en cuerpo y también en alma a la práctica deportiva elegida.
  • Para destacar, para acertar y para tener éxito es esencial poder y saber levantarse una y otra vez, a pesar de los problemas. Es imprescindible, en el caso de los deportistas, seguir entrenando a pesar de las lesiones. Para los empresarios resulta fundamental apostar por el aprendizaje y el crecimiento continuo para destacar frente a la competencia, por supuesto, pero también por la satisfacción de superarse a uno mismo.

En definitiva, disfrutemos del espectáculo que comienza en unos días, a pesar de las complejas circunstancias en las que está teniendo lugar y extraigamos aprendizajes de todo ello.

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