Hace más de 15 años en un foro empresarial, expuse mis ideas sobre por qué la economía del siglo XXI pertenece a los sociólogos empresariales, es decir, a aquellos que tienen la capacidad de anticipar e interpretar comportamientos y tendencias. Cuando a lo largo de estos años me han preguntado sobre algunos nombres propios de sociólogos empresariales, he señalado que las GAFAMA, a saber, Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft y Alibaba tienen ejemplos paradigmáticos en sus líderes corporativos. Larry Page, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg, Steve Jobs, Bill Gates y Jack Ma aglutinan las principales características de lo que es un sociólogo empresarial.

La capacidad de anticipar e interpretar tendencias, en estos momentos de crisis, resulta crítica y así el líder de cualquier ámbito, ya sea público, privado, corporativo o político, precisa tener activada su capacidad de captar el zeitgeist, a saber el espíritu de su tiempo. Y es que sin saber, entender o dilucidar lo que sucede a su alrededor es imposible que quien lidera pueda impulsar ya sea una organización o un país, no ya hacia el éxito, sino hacia la recuperación.

Es obvio que, hasta hace unos meses, estar actualizado sobre lo que acontece con veracidad y pertinencia, era una tarea realmente compleja, dada la hipervelocidad del cambio en la tecnología, los modelos de negocio y los gustos de los consumidores. Ahora, además, se ha añadido el nuevo factor disruptivo que es el Covid19, que se erige como el gran agente de cambio. Sin embargo, el efecto de la pandemia ha de activar, más si cabe, la urgencia con la que el líder ha de analizar la actualidad.

El líder de cualquier esfera debe identificar qué fuentes informativas, formales o informales, son claves para su desempeño y trabajarlas a fondo, estudiando la agenda de issues que plantean y las ramificaciones que puedan aparecer de estas. Pero, además, también tiene que tener los ojos y los oídos bien abiertos a temas que le lleguen de otros sectores, de otras sociedades… pues en un mundo hiperconectado, el contagio, también en las ideas y los comportamientos, es más que probable.

Entre las muchas metodologías que el líder tiene a su alcance, ha destacado en los últimos años el coolhunting, sobre todo en el sector del consumo, especialmente en la moda. Así, se busca aprehender lo que la mente colectiva está pensando y utilizar lo que se captura como ventaja en el contexto empresarial.

Otra herramienta de interés son los think tanks, es decir, laboratorio de ideas o centros de pensamiento que, partiendo de una naturaleza investigadora, tienen el objetivo de reflexionar, en el amplio sentido de este término, desde un enfoque estratégico sobre asuntos de política, economía, militar, tecnología o cultura.

Ahora bien, echando un vistazo a los protagonistas del liderazgo en esta crisis, es clave plantearse si están enfocando sus decisiones desde una perspectiva coherente con la actualidad o, por el contrario, están abordando lo que acontece desde una perspectiva caduca, tanto en relación a las informaciones que manejan como a los marcos mentales que utilizan para ello. Y es que buscar las soluciones para resolver los desafíos, que este 2020 ha puesto sobre la mesa, es imposible si no se cuenta con la habilidad de estar actualizado sobre lo que ocurre en un entorno complejo. Sin ese conocimiento, no es factible poder actuar eficazmente. Pero sobre ineficacia en asuntos de liderazgo, si me lo permitís, hablaré en otra ocasión.