Oportunidades en la Industria 4.0

En los últimos 200 años, se ha asistido a cuatro revoluciones industriales que han sacudido los cimientos de lo establecido en cada época y que han provocado crecimiento económico y social.

La primera estuvo marcada por la energía del agua y el vapor  (1784), la segunda trajo consigo la producción en masa y  hasta la producción en masa y el protagonismo de la electricidad (1870), la tercera, en la segunda mitad del s. XX, supuso la aparición de la computación y de la automatización (1969). La cuarta revolución, que trae consigo el nacimiento de la industria 4.0, implica el aprovechamiento de los sistemas cibernéticos físicos a través de la informática y de las tecnologías de Internet de las cosas.

En muchos entornos, la Industria 4.0 aún puede ser vista como un reto o como una amenaza, porque supone un cambio respecto a lo establecido pero, sin duda,  es una gran aliada que viene cargada de oportunidades para hacer frente a los desafíos de productividad, crecientes día a día por los eventos geopolíticos, y de competitividad de la economía.

Para maximizar los resultados de esta industria 4.0 en las organizaciones se han de repensar una serie de elementos que, orientados estratégicamente, permitirán sacar buen rendimiento a las oportunidades que ofrece. De esta manera, el talento, la gobernanza y la productividad habrán de repensarse con un enfoque 4.0 en el nuevo entorno, de tal manera, que provoquen oportunidades de interés para la empresa.

  • Talento 4.0. Es la base principal del nuevo modelo competitivo. Es imprescindible entender que el sistema educativo es el gran proveedor del sector empresarial. Todas las entidades deben colaborar para anticipar el tipo y el perfil de talento que las empresas necesitarán más rápidamente de lo que se piensa.
  • Gobernanza 4.0. Es la institucionalización de la responsabilidad en la gestión pública y privada. Es fundamental que se trabaje de forma conjunta para elegir, para adoptar y para implementar marcos de gobernabilidad corporativa y pública que aseguren una responsabilidad individual a nivel de los dirigentes y líderes así como colectiva a nivel de las instituciones.
  • Productividad 4.0. Es la modernización y optimización del modelo productivo. Es necesario potenciar las infraestructuras, tanto logísticas como tecnológicas, al mismo tiempo que se impulsan cuestiones tales como la internacionalización de la organización.

En definitiva, en un momento tan incierto como el actual, las organizaciones han de saber poner a su servicio todos los elementos a su alcance para no quedarse obsoletas o, peor aún, quedar condenadas a la desaparición.

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