Nuevos enfoques para las nuevas reglas del entorno

De este 2022, del que acabamos de empezar el segundo mes, parece que ya llevamos vivido más de un siglo. Y es que el entorno muta a tal velocidad que en menos de 31 días ya se ha hablado de una nueva variante del coronavirus, del reparto económico del Metaverso y hasta de una posible guerra entre las potencias rusa y estadounidense.

El entorno, una vez más, cambia a una hipervelocidad brutal y eso requiere reflexiones e ideas que han de evolucionar con la misma rapidez, porque los marcos mentales, que hemos venido usando hasta hoy, es muy probable que mañana no funcionen.

En diferentes artículos he escrito sobre la evolución del VUCA al TUNA, de la volatilidad del primero a la turbulencia del segundo, que se enfoca en los eventos disruptivos que estamos viviendo y en las dificultades para visualizar el futuro, entenderlo y ser capaces de prepararse para él.

Ahora llega un nuevo enfoque para tratar de comprender lo que está sucediendo: BANI (B – Brittle/ Frágil, A – Anxious/ Ansioso, N – Nonlinear/ No lineal,  – Incomprehensible/ Incomprensible). En definitiva, se trata de un contexto en el que las condiciones no son solamente inestables, son caóticas; al mismo tiempo los resultados son impredecibles, no se ven con facilidad las conexiones entre causas y consecuencias y todo es de muy difícil comprensión.

Este nuevo enfoque, del que se hacen eco medios como Forbes, viene a ser una herramienta adicional para intentar desenmarañar lo que sucede y entrenarse para enfrentarlo. Porque una vez más la adecuada capacitación facilitará el éxito si está basada en conocimientos sólidos, asentados en una toma de conciencia de para qué y por qué se necesitan y desde una perspectiva de mente abierta respecto a las personas y a los eventos.

Además, es importante señalar que el entorno BANI también es manejable si las personas y las organizaciones hacen bien sus deberes: contar con la información precisa, poseer las destrezas para generar conocimiento y tener una acertada perspectiva sobre lo que está sucediendo.

En mi opinión, también se precisa  una pizca de intuición, pero siempre basada en muchas horas de trabajo. Y para ilustrar este punto baste recordar lo que Malcom Gladwell denomina inteligencia intuitiva, a saber la capacidad que produce decisiones que parecen tomadas en muy poco tiempo, pero que vienen avaladas por conocimientos y experiencias.

Mi recomendación para sobrevivir en el entorno; ya sea BANI, TUNA o VUCA; pasa por invertir esfuerzos en identificar quiénes poseen esa inteligencia intuitiva y lograr atraerlos al día a día de la organización, para que orienten las decisiones.

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